23/7/09

Conversación con Estéban Jiménez, colono en Constanza

Estéban Jiménez es un andaluz que, en plena posguerra, emigró a Valencia huyendo de la miseria. Pero en Valencia los peones también pasaban hambre y frío. Asi que cuando se enteró de la oferta de Trujillo para ir a la Dominicana no se lo pensó dos veces, a pesar de que su partida fue sangrante: él era el único que ayudaba a su padre con las vacas. Su padre no podía ordeñar por las secuelas de sus heridas de guerra (1936 - 39) y recuerda que, cuando partió, le dijo “No nos veremos más”.

Y así fue. Luego en el barco pensaba, ¿qué he hecho yo!?. Yo ni había hecho la mili. En el barco ya venía lavándome la ropa...

Cuando llegamos, hice canales a 1,5 pesos. También les sacaba papas a todos los españoles, a siete pesos / día. Teníamos un contrato muy bonito, pero luego, en la realidad... ¿Casa? : seis en cada casa. ¿Aperos? : un colín, machete y azadita. Y tierra de secano porque "era andaluz” y suponían que estaría acostumbrado a la tierra mala!. A otros les dieron regadío. El que no tenía amigos...

Hicimos una cosecha de repollo regando a mano, con botes (latas). Las pasamos negras.

Trujillo nos dio también unos mulos sin domar. Pegaban cada patada! Al final, al mío conseguí ponerle la cultivadora. Luego me hice un arado de un tronco de guayaba.

Y en 1959, cuando la guerrilla: Fueron a ¿Pinalito? los legionarios españoles (mercenarios) y cogieron a once guerrilleros. Los trajeron a un cuartel. Los mataron a bayonetazos y luego los tiraban desde un avión. Yo los veía.

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