28/7/09

Conversación con Juan V. Colono en Baoba - El Cruce

Juan V. es andaluz, de Almería, (sur - este de España) pero en la postguera española emigró a Valencia (este de España) huyendo del hambre. En 1954, con la primera expedición de colonos contratados por Trujillo, se embarcó en el España. Llegó a la República Dominicana con unos 30 años, acompañando a la familia de su primo. El primo se volvió de los primeros.

Al principio fue un poco duro: En Santo Domingo, después de hacernos una misa nos llevaron al barco otra vez. Desde allí, lo más lento que se podía ir, hasta Samaná (la bahía) y allí nos tuvieron subidos en el barco una o dos semanas. A veces nos bajaban a Sánchez para que nos diéramos una vuelta y otra vez al barco, a esperar. Luego a mi grupo le llevaron en camioneta hasta Matancita y allí nos subieron en una barcaza que nos llevó hasta La Entrada y pasamos el río por La Boca. Total, no recuerdo si estuvimos dos o tres semanas para llegar hasta “El Pozo”, a una cárcel. Y allí nos instalaron provisionalmente.

Lo primero que recuerdo de aquí son los mosquitos. Los je-jen. Llegamos por la noche y nos trajeron comida. Si nos hubieran dicho “ahí está la barcaza para el que quiera volver, nos habríamos vuelto todos”

El Pozo era de Trujillo. Ahí se llevaba a los presos a trabajar. Esto era todo árboles, que no se veía. Al cabo de un par de meses le dieron la tierra a mi primo. Yo me casé al año y entonces me dieron casa.

El 62 vinieron “las turbas” (grupos que hostigaban a los colonos para que devolvieran las tierras que Trujillo les había expropiado). Dijeron que nos iban a quitar hasta las mujeres, porque eran dominicanas. Conmigo personalmente no se metieron pero nos quitaron la tierra y la casa. Nos fuimos a la Embajada y dormíamos allí, en un salón.

Luego llegamos al acuerdo que nos daban 2.100 pesos. De ahí me fui a Pueblo Nuevo, donde vivía una cuñada. Con los 2.000 pesos me compré una casita de madera y me fui a la capital a buscar trabajo. Estuve cuatro años en una fábrica de pantalones de mujeres. No me iba muy bien. Luego trabajé en “César Iglesias”, una empresa española de la familia de Julio Iglesias, donde estuve unos 14 años.

Siempre he tenido dolores de cabeza. Mi hijo mayor, Juan Salvador V., me recomendó dejar el trabajo y me vine al campo.

¿Volver a España? ¿Con toda la familia y sin casa y sin nada, cómo iba a volver? Aquí tengo esposa y tres hijas y todos están trabajando. Uno de mis hijos se fue en una yola (patera, balsa, pequeña embarcación para emigrar ilegalmente) a Puerto Rico.

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